¿Sabemos cómo miramos?

Ciertamente miramos, pero lo hacemos de manera automática, nuestros ojos y nuestra mente nos describe
n, eligen qué vemos y cómo lo vemos. Pero para aquellos que nos interesa narrar con las imágenes no podemos atenernos a dejar que esta manera automática nos gobierne.  Hay que hacer una reflexión de cómo miramos.

Para mi, las artes plásticas han sido una manera de aprender a mirar. Antes que los cineastas los pintores han estado siempre preocupados por la mirada, por provocarnos, por tratar de que veamos sus cosas de cierta manera. Por eso he elegido para ilustrar estas ideas un pequeño video sobre un texto de Octavio Paz, en él dice cómo “hay que ver un cuadro”, y elige para ejemplificar las imágenes de Rufino Tamayo.  Y este serio asunto de cómo ver, se debe de resolver, de la manera más ligera e informal. El juego es la mejor herramienta para mirar un cuadro. (O la vida)

Cuerpos Celestes de Rufino Tamayo.(…las líneas de la mirada)

Cuerpos Celestes de Rufino Tamayo.

(…las líneas de la mirada)

Nuestros ojos captan de manera permanente y continua nuestro entorno, lo hacen como si tuviéramos un lente de ojo de pescado, nuestra vista realmente, literalmente, cubre un espectro de casi 180 grados, un poco menos quizá.  Pero la mente no, ella selecciona. Y entonces, cambiamos de lentes. Si tenemos una cita para platicar con alguien nuestra mente primero localiza el lugar (gran angular), una vez que reconocemos a la persona elige un lente “normal”, para darle importancia a un plano medio, pero si esa persona nos hace un gesto especial de enfado o aprecio, por pequeño espacialmente que sea (una mueca digamos), pasamos al telefoto. En fin, en cualquier circunstancia estamos pasando de un enfoque amplio a uno cerrado constantemente. Ocurre automáticamente. Y algo importante, en esos cambios no hay “zooms”, ni movimientos, no pasamos de un plano a otro de manera gradual, pasamos por corte.  Por eso muchos de los videos caseros, de fotógrafos cotidianos suelen ser mareadores y fatales, hacen movimientos y zooms constantes, como si esto fuera lo natural. No lo es.  Lo más natural, curiosamente, son los cortes. Pasar de inmediato de un plano a otro. Eso es lo que realmente hace nuestra mente. La narrativa visual esta ordenada por nuestro cerebro, y los ojos son sólo el medio de captar. Si cobramos conciencia de esto, podemos empezar a ordenar mucho mejor como debemos ver a través de una cámara.

Pero toda esta educación visual se va formando con el tiempo. Hay fotógrafos que tienen el toque especial, lo que marca toda la diferencia, los buenos “miradores” tiene su manera de encuadrar y ver, los distingue su visión.  Es difícil explicarle a un fotógrafo de cine cómo tiene que encuadrar, eso pasa tan rápido que, si no se trae “en la sangre”, la cámara no fluye.  Pero para traerlo en la sangre, para narrar, hay que haber estado mirando, y aquí es donde el arte es el mejor de los maestros. ¿Por qué un cuadro nos atrae? ¿Por qué nos hace que paseemos la mirada de cierta forma? Color, forma, narrativa, encuadre…. Las artes plásticas son pilares:   la pintura (color, forma, luz), la escultura (espacio) y la arquitectura (luz y espacio). Luz, espacio, color, movimiento. 

 

Los invito a ver y escuchar las propuestas de Octavio Paz y Rufino Tamayo.